Los Bunkers dieron inicio a su gira acústica en el Teatro Municipal de Viña del Mar ante un público de más de mil personas. Este show, de carácter íntimo y cuidadosamente producido, sirve para promocionar su disco MTV Unplugged, lanzado a finales del año pasado.
El desafío para la banda penquista era considerable: pasar de los grandes escenarios, como la Quinta Vergara o el Estadio Nacional, a un formato más reducido en el renovado recinto de la Ciudad Jardín. Y la apuesta resultó todo un éxito.
El ambiente se llenó de expectativa cuando las luces del teatro se apagaron pasadas las 20:00 horas. El escenario, decorado con lonas que evocaban el arte de las arpilleras, cobró vida mientras de fondo sonaba Guaracha, de Víctor Jara. Este fue el preámbulo para la aparición en escena de Cancamusa, Álvaro y Gonzalo López, Francisco y Mauricio Durán, acompañados por los músicos invitados de esta gira: Carmen Ruiz, Gregorio Madinagoitia y Martín Benavides.
La apertura del concierto estuvo marcada por la emoción con “No me hables de sufrir”, la misma canción con la que el grupo inicia el disco grabado en el estudio 3 de Chilevisión.
El show estuvo impregnado de raíces chilenas, con un fuerte homenaje al canto popular. La banda reimaginó varios de sus temas más emblemáticos, como Miño, Canción para Mañana, Yo sembré mis penas de amor en tu jardín y Calles de Talcahuano, este último inspirado en la música de Illapu y compuesto por Álvaro López.
Los homenajes a grandes artistas no faltaron. Los Bunkers incluyeron en su repertorio tributos a figuras que los han influenciado, como Violeta Parra, Paul McCartney y Silvio Rodríguez. De este último, interpretaron “El Necio”, “Al final de este viaje” y “Quien fuera”, deleitando al público viñamarino.
Un momento especial llegó con la ópera. En colaboración con el Cuarteto Austral, la banda reversionó el tema que los catapultó a la fama, Llueve Sobre la Ciudad, con una destacada interpretación liderada por Francisco Durán.
El cierre del espectáculo se convirtió en una verdadera fiesta. La banda logró que el público, al principio tímido, se levantara a bailar con los últimos tres temas: Ven Aquí, que en esta gira adopta la cumbia en lugar del rock, y Bailando Solo, acompañado de Heart Of Glass, con el que pusieron el broche de oro a más de dos horas de concierto.
Los Bunkers ahora se embarcan en una extensa gira de 63 presentaciones, con entradas prácticamente agotadas. Hasta junio, recorrerán teatros en ocho ciudades de Chile y siete de México. Esto recién comienza.
