El centro de Croacia fue sacudido por nuevos temblores de tierra este miércoles, al día siguiente de un violento sismo que dejó al menos siete muertos, dañó cientos de casas y privó de electricidad a barrios enteros.
Según el Instituto Americano de Geofísica (USGS), se registraron dos sismos de magnitud 4,8 y 4,7 en la región de Sisak, al sudeste de Zagreb, con unos minutos de intervalo luego de las 5H15 GMT. No se informó de ningún daño.
Las autoridades declararon este sábado día de duelo nacional en honor a las víctimas del terremoto de magnitud 6,4 que el martes arrasó casas y enterró autos bajo montañas de escombros en el centro del país y se sintió también en los países vecinos.
“El horror en Petrinja”, titulaba la prensa croata. “Un año desastroso termina con la destrucción” de una región, decía la portada de un medio.
Los socorristas trabajaron sin descanso para buscar posibles sobrevivientes en las ruinas de edificios derrumbados.
Ante el temor de réplicas, muchos habitantes pasaron la noche en sus vehículos, y otros 200 se refugiaron en un cuartel.
En Petrinja, Sinisa Sremic, de 53 años, bebe una cerveza en un banco en un parque justo enfrente de su casa. “Pasé la noche en un saco de dormir en un mercado cercano. Mi departamento está patas arriba. Todavía no hay electricidad”, dijo a la AFP.
Los rescatistas de montaña que han realizado búsquedas en más de 80 aldeas de la zona del desastre no han encontrado nuevas víctimas, dijo a la prensa el jefe de esta unidad, Josip Granic.
El sismo del martes provocó siete muertos, entre ellos una adolescente de 13 años, según la prensa local.
Otras cinco personas murieron en Majske Poljane, en la localidad vecina de Glina, de acuerdo con fuentes oficiales.
La séptima víctima fue hallada bajo los escombros de una iglesia en el pueblo de Zazina. Según el sacerdote local citado por la agencia Hina, se trataba del organista que fue a reparar el órgano dañado en el sismo anterior.
Una veintena de personas resultaron heridas, según la policía croata.
Un terremoto de 5,3 sacudió en marzo la capital croata, provocando importantes destrozos materiales.
Los Balcanes son una zona de fuerte actividad sísmica.
Mensaje del Papa
Cientos de edificios, casas, establecimientos administrativos y escuelas resultaron dañados. Los barrios de Petrinja y Sisak continúan sin electricidad desde el miércoles.
El papa Francisco se solidarizó con el país de 4,2 millones de habitantes, la gran mayoría de elllos católicos.
“Rezo especialmente por aquellos que han perdido la vida”, dijo. “Espero que las autoridades del país, con la ayuda de la comunidad internacional, puedan aliviar pronto el sufrimiento del querido pueblo croata”, agregó.
El gobierno croata debía reunirse el miércoles para determinar la ayuda que se dará a la región afectada y se esperaba la llegada comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
Bruselas tiene previsto enviar ayuda con “carpas de invierno, calentadores eléctricos, camas y bolsas de dormir, así como contenedores que se pueden usarse como refugios”, dijo Lenarcic en Twitter.