El Papa Francisco, quien se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma debido a una “bronquitis” de origen infecciosa, está reaccionando positivamente al tratamiento de antibióticos, por lo que “podría ser dado de alta en los próximos días”, según informó este jueves el Vaticano.

“Durante los controles clínicos programados se diagnosticó al Santo Padre una bronquitis de base infecciosa que requirió la administración de terapia antibiótica, que produjo los efectos esperados con una notable mejoría de su estado de salud”, señaló un breve comunicado.

Según la evolución, Francisco “podría ser dado de alta en los próximos días”, añadió en la nota en director de la sala de prensa vaticana, Matteo Bruni. El portavoz agregó que el Pontífice pasó la tarde “dedicándose al reposo, a la oración y a algunas tareas de trabajo”.

Según los medios locales, Francisco fue sometido a un TAC en el tórax y a distintas pruebas médicas que descartaron una pulmonía. Los problemas de salud de enmarcan a solo tres días del Domingo de Ramos, celebración que da inicio a los ritos de Semana Santa, donde todavía no existe claridad sobre si el papa podrá oficiarlos.

Por el momento, la Sante Sede no ha especificado ni confirmado el itinerario para Semana Santa del papa, pero los medios italianos aseguran que el pontífice no oficiará algunas de las misas, entre las que destaca la del Domingo de Ramos, o la del Domingo de Resurrección. No obstante, y según lo previsto, Francisco impartirá ese mismo día la tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde la logia central de la basílica, indican las mismas fuentes.

Esta es la segunda vez en la que el papa es ingresado en el hospital romano, luego de que el 4 de julio de 2021 fuera operado del colon, intervención que lo mantuvo ingresado diez días en los que llegó a oficiar el Ángelus desde el balcón del centro de salud. Desde entonces, Francisco ha sufrido problemas en su rodilla derecha, la cual le obliga a desplazarse con bastón o silla de ruedas.