Un policía británico relató este miércoles, durante el juicio por un caso que conmocionó al Reino Unido hace un año, cómo descubrió en un camión cerca de Londres los cuerpos sin vida, semidesnudos y hacinados de 39 migrantes vietnamitas.
El agente Jack Emerson fue uno de los primeros en llegar al lugar, en la zona de Essex, al este de la capital, después de que el camionero Maurice Robinson llamara a los servicios de emergencia.
Robinson, de 26 años, que se declaró culpable de homicidio involuntario, descubrió los cadáveres en la madrugada del 23 de octubre de 2019.
Había recuperado el remolque, llegado en barco desde la ciudad belga de Zeebrugge, en el puerto inglés de Purfleet antes de abrir sus puertas no muy lejos de allí, en Thurrock.
En su interior halló los cuerpos de los migrantes, entre ellos dos adolescentes de 15 años, que se asfixiaron en este espacio confinado, donde la temperatura alcanzó los 38,5°C.
Tardó 23 minutos en advertir a la policía: antes había llamado a otros presuntos miembros de esta red de tráfico de personas.
Cuando la policía llegó al lugar, en mitad de la noche, Robinson parecía calmado, explicó Emerson.
“Una de las puertas del remolque ya estaba abierta y pude ver muchos cuerpos semidesnudos en la parte trasera del remolque, tirados en el suelo, inmóviles”, relató el agente.
Al acercarse, vio que “la mayoría llevaban ropa en la parte inferior de sus cuerpos, pero todos parecían no tenerla en la parte superior”.
El agente explicó haber entrado en el remolque “para buscar signos de vida, pero no los había”. Algunos de los cuerpos parecían tener “espuma en la boca” y otros estaban calientes, recordó.
Cuatro hombres están siendo juzgados desde principios de octubre en Londres por cargos de homicidio involuntario y ayuda a la inmigración ilegal.
Por su parte, los dos principales sospechosos, Robinson, y un irlandés del norte acusado de organizar el movimiento de los conductores implicados en el tráfico, se declararon culpables y serán sentenciados en una audiencia aparte.