La policía rusa detuvo este lunes a una mujer sospechosa de haber llevado una bomba que mató a un conocido bloguero militar que apoyaba la guerra en Ucrania. Por su parte, la principal agencia antiterrorista del Rusia señaló a los servicios de seguridad de planear el ataque.

Vladlen Tatarsky falleció el domingo cuando encabezaba una conferencia en una cafetería en San Petersburgo, según información de la policía. Unas 30 personas resultaron heridas y 10 se encuentran graves, de acuerdo con las autoridades. Los investigadores creen que la bomba estaba oculta en una estatuilla del bloguero que la sospechosa le había regalado antes de la explosión.

El Comité Nacional Antiterrorista, señaló que el ataque fue “planeado por los servicios especiales ucranianos” con participación de personas que han cooperado con la fundación anticorrupción creada por Alexei Navalny. Según el comité, la sospechosa era una “partidaria activa” del grupo de Navalny.

El comité investigador ruso, informó sobre la detención de Darya Tryopova, de 26 años y residente en San Petersburgo, como sospechosa de la participación en la muerte del bloguero.

La agencia de noticias Interfax informó sobre su detención el domingo por la noche, pero luego informaron que se encontraba prófuga. Por su parte, su madre y hermana fueron interrogadas. Algunos medios locales suponen que Tryopoya podría no haber sido consciente de que el busto contenía una bomba y habría sido utilizada por los responsables del ataque.

El comité investigador abrió una pesquisa de asesinato.

Nadie reclamó la autoría del ataque, aunque blogueros militares y tertulianos patrióticos culparon inmediatamente a Ucrania y compararon el suceso con el del pasado agosto de Darya Dugina, quien falleció debido a un explosivo en su camioneta.

El padre de Dugina, Alexander Dugin, un filósofo nacionalista y teórico político que apoya la invasión de Ucrania elogió a Tatarsky como un héroe “inmortal” que murió para salvar al pueblo ruso.

Asimismo, la vocera del ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova señaló que las actividades “le han granjeado el odio del régimen de Kiev” y declaró que tanto él como otros blogueros militares rusos recibían amenazas ucranianas de hacía mucho.

Yevgeny Prigozhin, millonario ruso y propietario del Grupo Wagner, dijo que él era el propietario de la cafetería y que le había ofrecido a un grupo patriótico para realizar encuentros. Además, dijo que dudaba sobre que las autoridades ucranianas estuvieran involucradas y declaró que podría ser obra de un “grupo de radicales” no relacionados a Kiev.