Suecia eliminó este miércoles todas las medidas restrictivas contra el Covid-19, algo que se pudo gestionar gracias al alto porcentaje de población vacunada, y a que la variante Ómicron representa un menor peligro.
A pesar de que los contagios diarios siguen siendo altos, la enfermedad ya no es considerada “crítica” en el país, y de esa forma, se une a Dinamarca, que fue la primera nación europea en levantar todas sus medidas contra la pandemia el pasado 1 de febrero.
Asimismo, ahora los suecos podrán olvidar las distancias sociales, los límites de aforo, las actividades telemáticas; y tendrán la oportunidad de volver a los bares y restaurantes, que estarán abiertos hasta las 23:00 horas.
Además, se dejarán de aplicar los testeos masivos de Covid-19, ya que por los leves síntomas de Ómicron, y el alto costo que estos pueden representar, las autoridades suecas consideran que es una medida que a esta altura, no se justifica.
La directora de la Agencia de Salud Pública del país, Karin Tegmark Wisell, señaló a los medios locales, que “si tuviéramos que hacer pruebas exhaustivas adaptadas a todos los que tienen Covid-19, eso podría suponer 500 millones de coronas (aproximadamente $55 millones de dólares) por semana y 2.000 millones al mes ($220 millones de dólares)”.
En Suecia, un 83,8% de la población mayor de 12 años cuenta con su vacunación completa, y un 53,1% de los mayores de edad, con la dosis de refuerzo, lo que ayudó a poder realizar esta medida.
Aun así, se mantiene el llamado a cuidarse y algunas recomendaciones para las personas no vacunadas, en especial si son gente de edad avanzada, ya que los riesgos de la enfermedad en este grupo pueden ser altos.